top of page

'TAN INGENUO COMO UN SUEÑO'

  • 90pasteur
  • 30 ene 2017
  • 3 Min. de lectura

Cierta noche sobresaltado me hallaba,

tras varias horas de placido descansar,

la transpiración mi sueño perturbaba,

aquella sensación, cuya razón no era el calor,

sino lo desconocido y la intensidad con la que soñaba.

“¡Qué el sudor no acabe con este sueño!”- yo pensaba,

porque el sentido de la vida, del cual a veces hablan,

parecía que esa noche a mí me encontraba.

Y entonces en un desesperado intento de dormir y seguir soñando,

ocurrió lo de siempre, ¡eso nunca pasa!.

Persistía en mi continuado afán de dormirme,

confiando en regresar al momento indicado,

y que ella no notara, que yo me había ausentado;

deseoso de poder abrir mis ojos,

y así decirle cuanto me había encantado.

Ese preciso momento que los dos habíamos buscado,

surgió después de un repentino e inesperado abrazo,

aquel recuerdo que todavía mi mente tiene grabado,

cómo jugando llegamos a estar tan cerca

y sin apenas tocarnos nuestras miradas se dieron cuenta

de lo que allí estaba pasando.

Una situación única que por primera vez yo experimentaba,

confundido por el universo en el que vivo

imaginaba conocer aquellos ojos que me miraban.

Ese pequeño espacio de tiempo que nos envolvió,

no dio lugar a que se avivara mi confusión,

porque, como a cámara lenta, dudando, me besó.

La tensión del momento se disipó,

el contacto entre ambos como un suspiro se dio,

y como la intensión perduraba, el beso volvió.

El discreto nivel de confianza igualó al de la pasión,

buscando un último beso que nos complaciera a los dos.

Tras nuestro último acercamiento,

la perfecta situación se vio interrumpida,

su mirada me decía que hacer eso, ella no podía,

dando la impresión de que no sería, por que no le hubiese gustado,

sino que para ella, hacer eso, era pecado.

Nunca olvidaré ese instante en el que su mirada me hablaba,

confundida, indignada, arrepentida, pero con ganas,

ella no podía entender la lucha que su moral y su corazón disputaban.

De repente de forma inesperada, la oscuridad apagó su cara,

y me vi empapado de sudor, acostado sobre mi cama.

Como ya he comentado, dormir de nuevo fue en vano,

no volvería a ese momento tan especial como enigmático.

Con los rayos del sol y mi despertar, llegó mi desilusión,

entendiendo que un solo sueño no llenaba mi corazón.

Un sueño, para muchos inalcanzable,

una cotidiana realidad, que otros viven,

y aunque yo todo eso lo desconocía,

no resultó tan extraño e incómodo como parecía,

ya que confieso que día a día yo inconscientemente lo perseguía.

A pesar de que un sueño no cambia la realidad,

¿Cómo ahora yo podía vivir sin pensar en soñar?

Un milagro, en forma de sueño me había hecho despertar,

una mente llena de teorías, que deliberando aquel día,

la luna, y con ella otro sueño volvió a llegar.

Mi obsesión durante el día, se hizo realidad mientras dormía,

como ocurrió la primera vez, yo a esta chica, ya la conocía.

La ocasión era distinta, y la tensión no existía,

rodeados por unas escaleras infinitas,

y con la seguridad que su mano me transmitía.

Como si de una película se tratara, la escena cambio rotundamente,

ahora, abrazada por su dueño yo la contemplaba fijamente.

Entre sus brazos me observaba de manera interesada,

pidiéndome a gritos de miradas, que por favor por ella yo luchara.

El sueño murió… y sin comprender su significado,

tendría que pensar y divagar; ¡Esclavo me veía!

Y así, destinado a vivir como un sonámbulo, mi día fue pasando,

y fui olvidando… ¡Hasta que ella me encontró!

Y como siempre despertó en mí ese volver a sentir, …robando mi atención.

¿Cómo no pude darme cuenta? -¡Es ella!...

Ante mi mirada perdida, apareció su cara

Como la visión reveladora que tanto esperaba,

La conocía, ¡sí! La conocía. En el fondo lo sabía

Eran interrogativas miradas que con los días existían,

deseos ajenos, y como siempre pura fantasía.

En ese momento las sensaciones soñadas inundaron mi conciencia,

una avalancha de recuerdos me hicieron regresar al instante

que tanto había ansiado volver a soñar,

aquella mirada que me hablaba,

arrepentida, confundida, pero que en el fondo sí quería,

una ilusión que con este poema eterno recordaré en mi vida.


 
 
 

Comments


                          

Dodián

D.d.

  • Facebook Classic
  • Twitter Classic

© 2023 por Luna Tapas.

Creado con Wix.com

bottom of page